lunes, 31 de enero de 2011

Reseña de Latidos, Anna Godbersen

Título: Latidos (Luxe)
 
Autora: Anna Godbersen
 
Editorial: Montena
 
Colección: Ellas
 
Nº de páginas: 464
 
Encuadernación: tapa blanda con solapas
 
Fecha de publicación: diciembre 2008
 
Precio: 16'95 € (También disponible en Edición de Bolsillo por 8'95 €)
 
Continuaciones: Rivales (Rumors), Envidia (Envy), Splendor (Próximamente)
 
Si te ha gustado este, también te gustarán: Legacy, La Orden de la Academia Spence (saga El círculo secreto)

SINOPSIS
 
Chicas deslumbrantes que celebran fiestas hasta el amanecer.
 
Chicos irresistibles con sonrisas hipnotizadoras y peligrosas.

Mentiras, glamour, pasión y misterio.

BIENVENIDOS A MANHATAN….
Tras la muerte de su padre, Elizabeth –la mayor de las hermanas Holland- se ve abocada a un matrimonio de conveniencia con Henry Schoonmaker, heredero de una de las dinastías más poderosas de Nueva York. Henry tiene todo lo que una chica podría desear: extraordinariamente atractivo y de una elegancia arrolladora, es el soltero de oro de Manhattan.

Sin embargo, hay algo que Elizabeth todavía no sabe: en la vida de Henry no todo es tan perfecto como parece, y un juego de traiciones y mentiras está a punto de comenzar…

Avalada por unas cifras de ventas récord en Estados Unidos, Latidos es una palpitante novela de amor prohibido, sueños rotos y transgresión. Una historia de chicas que se rebelan contra su destino en la ciudad más glamourosa sobre la faz de la tierra…

OPINIÓN

Este libro presenta un fiel retrato de la sociedad del siglo XIX con una vertiginosa sucesión de imprevistos, suspense, pasión, celos, envidia, ira, amor… Una sociedad en la que lo único que importa son las apariencias y la reputación, que predominarán por encima del amor. Pero, a pesar de todo, ese amor existirá y, en muchos sentidos, complicará la vida de numerosos personajes. Serán amores imposibles, no correspondidos o secretos.

El libro comienza con un hecho relevante, que nos adelanta algunos acontecimientos que ocurrirán a lo largo de la historia ya que este suceso no pertenece al principio sino al final. Es tan solo un mero adelanto.

Los personajes que aparecen en el libro son muy variados y con una caracterización perfecta, por lo que se muestran las grandes diferencias sociales de la época, desde nuevos ricos hasta aristócratas arruinados, pasando por criadas y cocheros.

Todos los personajes tienen relativa importancia en la historia, pero principalmente todo gira en torno a las hermanas Holland: Elizabeth y Diana. Estas dos hermanas son muy diferentes. Una se comporta tal y como indica el modelo de la buena señorita acaudalada de los libros de etiqueta con un anhelante deseo oculto. La otra es más rebelde e impulsiva y no le importan las apariencias, tan sólo busca el primer amor. Pero cada una de ellas esconde sus propios secretos. Secretos que cambiarán el giro de los acontecimientos y tendrán su repercusión sobre los demás. Porque la única solución para guardar tus secretos es huir.

Otro personaje llamativo es Henry Schoonmaker, un joven atractivo pero escurridizo al que solo le importa disfrutar de la vida y de las fiestas. Aunque su padre cambiará estos modales tan liberales y le impondrá una sentencia para sus picardías.

Penélope Hayes es otro personaje destacable, una joven cuya familia es considerada de la nueva aristocracia. Su único objetivo es conseguir lo mejor y ser alabada por todos. No le importa el precio para conseguirlo.

Los personajes de la novela se verán obligados, en muchas ocasiones, a tomar decisiones extremas cuya repercusión será notable y no habrá vuelta atrás.

Una de las características de la sociedad de la época son los cotilleos. Todos los hechos de relevancia de la aristocracia son conocidos, tanto los escándalos como la organización de fiestas.

Esperanzas frustradas. Sorpresas inesperadas. Sonrisas irresistibles. Deseos imposibles. Pasiones arrebatadoras. Amores ilimitados. Todo ello entremezclado en un peligroso torbellino de acontecimientos con una excelente ambientación.

Atrévete a sumergirte en esta apasionante historia en la que para mantener las apariencias hay que pagar un precio demasiado alto. Donde las chicas esconden sus secretos detrás de sus despampanantes vestidos y los chicos bajo sus sombreros. Las traiciones y las mentiras son las reglas de este juego de apariencias y máscaras.

SPOILERS

“En vida, Elizabeth Adora Holland era conocida no solo por su belleza, sino también por su moralidad, lo que hacía suponer que en el más allá ocuparía un asiento elevado con excelentes vistas. Si Elizabeth hubiese contemplado desde esa atalaya celestial la celebración de su propio funeral una mañana de octubre, se habría sentido muy honrada al comprobar que las mejores familias de Nueva York se habían congregado allí para despedirse de ella.”

“Diana y su hermana no habrían podido compartir más características físicas y parecerse menos. Como Elizabeth, ella tenía los rasgos delicados y la boca redonda de las mujeres Holland, pero Diana aún conservaba la suavidad infantil. Le gustaba pensar que sus cabellos oscuros añadían cierto misterio, aunque en realidad eran indomables y de color castaño.”

“Diana inspiró con fuerza después de hablar. De vez en cuando, ella misma se sorprendía de las audaces palabras que salían de su boca.”

“En cuanto sus labios se tocaron, Diana supo que no habría ninguna magia. Aquel no era el emocionante contacto que llevaba esperando toda la velada, y que el estilo de besar de aquel tipo fuese parecido a aplastar una cara contra otra no mejoraba las cosas.”

“Fue entonces cuando Henry Schoonmaker cruzó el arco de la entrada que se hallaba al fondo del salón de baile, y el mundo entero pareció apagarse un poco. […] Incluso entre los apuestos y ricos, Henry Schoonmaker destacaba tanto por ser guapo como escurridizo.”

“La música de la orquesta parecía sonar triunfante y solo para ella. Habría podido seguir así toda la vida, y tal vez lo hubiese hecho si la figura corpulenta y patilluda del padre de Henry no hubiese aparecido por encima del hombro de éste para arrebatárselo.”

“Henry no podía hablar, pero tenía el rostro descompuesto por la indignación y la incredulidad. Su padre no habría podido sugerir un matrimonio peor. Lo que le había prescrito a su hijo era nada menos que una sentencia de cárcel.”

“A Lina le dio un vuelco el corazón mientras el tiempo parecía detenerse. La forma de actuar de Will le producía mucha confusión. Era como si toda la intimidad que se había creado entre ellos durante el verano hubiese desaparecido en un instante o fuese solo fruto de su imaginación. Parpadeó, deseando que él la mirase por un momento.”

“Al mirar a Will, Elizabeth se sintió eufórica y fatigada al mismo tiempo. Había sido una noche muy larga. Todo el baile –todas aquellas carcajadas, todos aquellos vestidos tan elaborados- parecía el tejido de un brillante y absurdo sueño que se hubiese desvanecido con la llegada de la mañana. […] Había sido una noche muy larga, pero en ese momento comprendió que no habría podido terminar en ninguna otra parte.”

“Era sorprendente la rapidez con la que se adaptaba a las circunstancias, la facilidad con la que pasaba de su cómoda y amplia habitación a la cochera de abajo, la rapidez con la que todas las normas por las que se regía su vida cotidiana se volvían inútiles y sin sentido aparente. Por supuesto, llevaba mucho tiempo diciéndose que debía dar marcha atrás.”

“Se obligó a no mirar a Will al rostro, que expresaba confusión. Si lo hacía, tal vez se diese cuenta del miedo que tenía de perderle. Tal vez descuidase todas las cosas que una buena chica como ella debía hacer.”

“Porque en el amor, como en todas las cosas, solo elijo lo mejor para mí. […] Porque quiero que todo el mundo nos mire y se muera de envidia al ver que dos personas tan superiores en todos los sentidos se han encontrado. Por eso.”

“El hombre se inclinó hacia ella y le rozó la oreja con su aliento cálido, mientras alargaba el brazo para recuperar el sombrero. Por un momento, nada se movió. El cuerpo de él estaba tan cerca del suyo que a la joven le pareció que ya se tocaban. Y entonces, mientras retiraba con suavidad el sombrero de sus rizos, él volvió la cara lo justo para rozarle los labios con los suyos. El pecho de la muchacha subió y bajó. El contacto de su boca había sido eléctrico.
Él la miraba intensamente a los ojos, resistiéndose a sonreír del todo, y luego volvió a inclinarse para apoyar su boca en la de ella. […] Así debía ser. Un beso debía bajarte hasta los dedos de los pies y hacerlos bailar, solo un poquito.”

“Leyó la nota tal vez doscientas veces tratando de entenderla. ¿«La idea del contexto en el que tendré que conocerla mejor»? ¿Qué podía significar eso? A continuación, se puso el sombrero en la cabeza y se sintió peligrosamente enamorada de alguien que apenas conocía.”

“La primera punzada de amor es como una puesta de sol, una explosión de color: naranjas, rosas irisados, morados vibrantes…”

“A Diana le pareció que empezaba a entender por qué, en todas esas novelas que leía, los mejores amores eran siempre los amores imposibles.”